Un regalo muy especial traído del Valle de Baztan, un tarro de mermelada de pimientos de piquillo. Y como tenía muchas ganas de probarla he preparado estos paquetitos. Me parecía que la combinación de calabacín, queso de cabra y esta mermelada sería espectacular… Y no me equivocaba!

Muy sencilla de elaborar, vistosa y sobretodo, muy sabrosa. Podemos servirlo como aperitivo o como entrante. Resulta muy ligero y cuatro paquetitos por persona es ración suficiente.

Para elaborar los paquetitos necesitaremos un pelador, mejor de los anchos, de los que tienen forma de tirachinas.

Lavaremos los calabacines y haremos tiras finas con el pelador. Al principio saldrán láminas demasiado estrechas. No las utilizaremos. Necesitamos láminas de unos 3 cm. de anchura aproximadamente.

Una vez tengamos las láminas, las iremos colocando, de dos en dos, en forma de cruz.

El rulo de queso de cabra lo cortaremos en rodajas de 1 cm. aproximadamente. Colocaremos una rodaja de queso sobre las intersecciones de la cruz de calabacín.

Ahora montaremos los paquetitos. Para ello, doblaremos las láminas de calabacín, primero las verticales y a continuación las horizontales, de forma que el queso de cabra quedará totalmente envuelto.

Una vez hechos los paquetitos, los colocaremos en una fuente refractaria y los introduciremos en el horno, que tendremos precalentado a 200 °C.

Los dejaremos en el horno a esa temperatura durante 10 minutos, tiempo suficiente para que el calabacín se haga y el queso de cabra se derrita.

Pasados los 10 minutos de horno, procederemos a emplatar. Colocaremos cuatro paquetitos en cada plato. Sobre cada uno de los paquetitos pondremos un poquito de mermelada de piquillos.

Serviremos inmediatamente.

Si no tenéis mermelada de piquillos ya elaborada, podéis prepararla en casa vosotros mismos. Encontraréis la receta en Bacalao confitado con mermelada de pimientos del piquillo

Ingredientes para cuatro personas 

32 láminas de calabacín

1 rulo de queso de cabra

Mermelada de piquillos