Para esos días de frío intenso, en los que nos apetece un guiso reconfortante y buscamos algo rápido de preparar, presentamos este guiso, ideal para elaborar de un día para otro.

Y digo rápido porque lo preparamos con garbanzos cocidos, lo cual facilita mucho la tarea y nos garantiza que queden tiernos.

En primer lugar, elegiremos una cazuela amplia y baja. Añadiremos aceite de oliva virgen extra y añadiremos dos cucharadas soperas de picada de ajo y perejil, para que se dore.

Una vez dorado (sobre todo que no se queme), añadiremos las anillas de calamar. Removeremos bien para que la picada se mezcle con el calamar. Lo dejaremos a fuego vivo unos minutos (hasta que veamos que el calamar ha cambiado de color). En este proceso, el calamar soltará bastante jugo. En cuanto el calamar haya cambiado de color, añdiremos los garbanzos cocidos junto con el jugo de la cocción. En esta ocasión no colaremos los garbanzos.

Removeremos suavemente para que no se rompan los garbanzos. A continuación, añadiremos un par de pastillas de caldo de pescado. Con el agua que han soltado los calamares y el agua de cocción de los garbanzos tendremos líquido suficiente y no hará falta añadir mas. Si hiciera falta, puede añadirse un poco de agua.

Removeremos con suavidad para que las pastillas de caldo se deshagan y dejaremos a fuego suave durante 10 minutos. Pasado este tiempo, comprobaremos que los calamares están tiernos, apagaremos el fuego y dejaremos reposar. En principio no hará falta añadir sal, ya que los calamares tienen un punto salado y hemos añadido pastillas de caldo de pescado, pero si hiciera falta, recitficamos de sal.

Recomiendo tomar este plato de un día para otro para que los garbanzos absorban más sabor

Serviremos caliente.

Ingredientes para cuatro personas
Aceite de oliva virgen extra
Picada de ajo y perejil
1 kg de anillas de calamar
2 botes grandes de garbanzos cocidos
2 pastillas de caldo de pescado