No soy muy amiga de las ensaladas pero me obligo a tomarlas. Quiero que formen parte de mi dieta habitual. Por eso intento hacerlas a mi gusto, escapando de la tradicional ensalada de lechuga, tomate y cebolla.
Hoy he probado esta deliciosa ensalada aprovechando lo mucho que me gusta el bacalao desalado. Los que me conocen saben lo aficionada que soy a la esqueixada de bacalao, plato típico de la cocina catalana.
Esta receta también podría elaborarse con bacalao fresco confitado, pero el proceso es más laborioso. Si alguien se anima a confitar el bacalao, puede ver el proceso en la receta Bacalao confitado con mermelada de pimientos del piquillo.
Con cuatro ingredientes nos podemos preparar un completo primer plato o incluso un plato único si lo tomamos para cenar.
Empezaremos por hacer un cama en el centro del plato con los brotes de lechugas. A continuación, colocaremos los trozos de bacalao desalado (o confitado).
Pelaremos la mandarina, y en lugar de dividirla en gajos completos, haremos láminas finas con ayuda de un cuchillo muy afilado. Colocaremos las láminas sobre la ensalada. Cortaremos las aceitunas negras sin hueso a rodajas y las añadiremos.
Un toque de sal (tened en cuenta que aunque el bacalao está desalado está al punto de sal). Regaremos con aceite de oliva virgen extra y espolvoreamos con pimienta.
Aquellos que quieran añadir un punto dulce, podrán incorporar la crema balsámica que más les gusten.
Ingredientes para cuatro personas
1 bolsa de brotes de lechugas
250 grs de bacalao desalado
2 mandarinas
Aceitunas negras sin hueso
Aceite de oliva virgen extra
Sal (opcional)
Pimienta