Trocearemos el calabacín en trozos no demasiado pequeños (para que no se deshagan). No quitaremos la piel, para que de color al pastel. En mi caso, he utilizado un calabacín de piel verde claro, pero si utilizáis los de piel verde oscuro, os quedará más colorido. A continuación, cortaremos una cebolla mediana en trozos de similar tamaño a los del calabacín.

Calentaremos un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén y rehogaremos las verduras hasta que estén blandas. Salpimentamos al gusto Los reservaremos.

En un bol amplio, batiremos 5 huevos. Añadiremos el queso rallado, la crema de leche y el calabacín y la cebolla que teníamos reservados.

En la misma sartén, freiremos los taquitos de bacon y lo añadiremos a la mezcla.

Removeremos la mezcla con cuidado para que no se rompa el calabacín. Comprobaremos si le hace falta un poquito más de sal y rectificaremos, en su caso.

Verteremos la mezcla en un bol previamente engrasado. Lo ideal es utilizar un molde desmontable, para facilitar el desmoldado (aunque yo lo he hecho en un molde de pírex)

Introduciremos el molde en el horno, que estará a 180 °C y lo mantendremos hasta que la mezcla haya cuajado (unos 40 minutos, aunque depende de cada horno). Sabremos que está cuajado cuando, al introducir un palo de brocheta (metálico o de madera) hasta el fondo del molde, salga seco.

Sacaremos del horno y dejaremos templar. Una vez templado, podremos desmoldar y meter en la nevera para tomar frio.

Gracias, Ale! Encantados de seguir recibiendo los productos de tu huerto!