Hoy empiezo mi andadura con este blog. Mi afición por la cocina empezó tarde. Más que gustarme cocinar, que he de decir que nunca me llamó la atención, lo que verdaderamente me gustaba era comer. Pero pronto me di cuenta de que si quería comer lo que me apetecía en cada momento, solo tenía dos opciones, ir a restaurantes o aprender a cocinar. Mi economía por aquel entonces no era muy boyante, por lo que me decanté por la segunda opción. Y así, por una pura cuestión de necesidad, empecé a meterme en la cocina, lugar inhóspito y desconocido para mi hasta ese momento. Y fue poco a poco cómo empecé a aficionarme a cocinar, experimentar, adaptar las recetas a mi gusto, cocinar a mi manera. Una cocina sencilla, sin pretensiones y, a ser posible, vistosa, ya que soy de las que pienso que la comida entra por los ojos. Para disfrutar en la mesa no hace falta pasarse horas en la cocina ni tener grandes conocimientos culinarios. Yo, desde luego, no los tengo. Con pocos ingredientes, un poco de imaginación, y a veces, sin necesidad si quiera de encender los fuegos, podemos preparar un plato fantástico.
13 Oct. 2015