Cebolla caramelizada. Delicioso manjar capaz de transformar el sabor de cualquier plato. Es un básico que deberíamos tener siempre en nuestra nevera. Preparada para ser utilizada en cualquier momento, para un arroz, un estofado, un guiso o, como hoy, un aperitivo.
Su elaboración es muy sencilla. Sólo necesitamos tiempo. Cortaremos la cebolla en juliana y la dejaremos en una sartén con un poco de aceite de oliva, a fuego medio. Removeremos de vez en cuando. Conforme pasen los minutos, veremos cómo la cebolla va menguando y se va oscureciendo. Yo suelo utilizar cebolla dulce porque, a mi entender, es la que da mejor resultado. Cuando la cebolla haya perdido todo el agua y se haya oscurecido, podemos añadir un chorrito de vino blanco o brandy. Solo es una opción, si no lo añadimos la cebolla quedará igualmente deliciosa. Una vez caramelizada la cebolla, la reservaremos.
Por otro lado, saltearemos la butifarra que habremos cortado en ruedas de dos cms más o menos. Las saltearemos a fuego vivo para que queden selladas pero no se hagan en exceso, ya que posteriormente irán al horno. Las reservaremos.
Por último, cortaremos la lámina de hojaldre en rectángulos de 4 o 5 cm de largo por 3 cm de ancho, aproximadamente. Colocaremos encima un trozo de butifarra y sobre ésta un poco de cebolla caramelizada. Cerraremos el hojaldre envolviendo la butifarra y la cebolla y colocaremos otra tira de hojaldre del mismo tamaño pero colocándolo en sentido perpendicular a la primera tira, de forma que el paquetito quede totalmente sellado y cubierto de hojaldre.
Una vez montados todos los hojaldres, los pincharlemos con un tenedor y los pintaremos con huevo batido.
Los introduciremos en el horno, previamente calentado a 200°C y los dejaremos hasta que el hojaldre quede dorado.
Serviremos caliente
Ingredientes
Cebolla dulce
Butifarra
Masa de hojaldre
Aceite de oliva virgen extra
Huevo batido
Vino blanco o Brandy (opcional)
que buenooooo! lo voy a probar!
Gracias!
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Gracias a tí por tu entusiasmo, Luis!!
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