Las ensaladas pueden dejar de ser aburridas si ponemos un poco de imaginación. Podemos convertir una insípida ensalada en un completo, vistoso y apetecible plato único.
Es una ensalada muy completa, ya que además de los brotes, contiene las vitaminas de la fruta, las proteínas del huevo y los minerales de los pistachos, ricos en potasio, fósforo, cobre y manganeso.
Empezaremos por macerar las fresas. Para ello, una vez lavadas, extraeremos el pedúnculo, las partiremos por la mitad y las colocaremos en un bol. Las rociaremos con azúcar al gusto y un chorrito de vinagre de manzana. Removeremos bien y taparemos el bol con papel film. Las dejaremos reposar. El vinagre hará que las fresas extraigan su jugo, el cual, al unirse al azúcar, se transformará en una especie de jarabe dulce exquisito, que nos servirá para aderezar la ensalada. Cuanto más rato las dejemos macerando, más jugo conseguiremos. Una hora de maceración sería correcto.
Mientras tanto, habremos cocido los huevos, hasta tenerlos duros. Una vez templados, los pelaremos y cortaremos a cuartos. Reservaremos.
Sólo nos quedará montar la ensalada. Colocaremos en el centro del plato, un puñado de brotes tiernos. Cortaremos los tomates cherry por la mitad y los añadiremos. A continuación, incorporaremos las fresas y el huevo duro. Por último, los pistachos. Regaremos con aceite de oliva virgen extra y con el jugo de las fresas (mezcla de vinagre de manzana y azúcar). Salpimentamos ligeramente.
A comer!!!!
Ingredientes
Brotes tiernos
Tomates cherry
Huevo duro
Fresas
Vinagre de manzana
Azúcar
Pistachos salados tostados
Aceite de oliva virgen extra
Sal