Dicen que hay que tomar legumbres, por lo menos, tres veces a la semana. Muchas me parecen. Sobretodo si pretendemos tomarlas en formas diferentes para no acabar cansándonos. Además de guisadas o en potaje, resultan buenísimas en ensalada.
Hoy os presento una sencilla y vistosa ensalada de garbanzos que podemos tomar como plato único ya que es muy completa.
Combinaremos esta legumbre con el aguacate, los tomates cherry y el queso blanco en salmuera. Todo ello, aderezado con albahaca fresca, mi hierba preferida.
Podemos utilizar garbanzos de bote, aunque yo hoy los he utilizado secos de Fuentesaúco. Los he tenido 24 horas en remojo y posteriormente, los he hervido, junto con una cebolla, a fuego lento, algo más de dos dos horas. Una vez escurridos, están listos para la ensalada.
Colocaremos en un bol los garbanzos e iremos añadiendo el resto de ingredientes. Cortaremos los tomatitos cherry por la mitad. Yo suelo utilizar la variedad pera porque me parecen más sabrosos. A continuación, añadiremos el aguacate cortado a dados (que regaremos con unas gotitas de limón para que no se ennegrezca). Por último, añadiremos los taquitos de queso blanco en salmuera. Este queso, ya cortado, podemos encontrarlo en cualquier supermercado. Recomiendo el queso Apetina, de la casa Arla.
Para terminar, picaremos unas hojas de albahaca fresca y las esparciremos sobre la ensalada. Regaremos con aceite virgen extra y salaremos (según el gusto de cada cual).
Muy refrescante y con todo lo necesario para una comida. Me gusta
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Y muy fácil de preparar, Marien.
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