Coliflor y brócoli al gratén

Volvemos a una receta de mi infancia. Esta era la manera de comer coliflor que más me gustaba. De hecho, la coliflor no me gustaba, pero había que comérsela. No había otra. Así, que cuando mi madre la preparaba gratinada, yo respiraba tranquila. Lo mismo me ocurría con el brócoli.

Con el tiempo, he descubierto que las propiedades nutricionales del brócoli son innumerables: es rico en hierro, ácido fólico, potasio, betacarotenos, calcio, vitamina C, etc… Verdaderamente parece una hortaliza milagro.

Por su parte, su prima, la coliflor, tampoco se queda corta en cuanto a aporte de vitaminas y minerales. Contiene vitamina C, vitamina B6, potasio y magnesio, entre otras.

Así que hoy me he decidido a preparar brócoli y coliflor gratinadas con salsa bechamel, beicon y queso. Plato contundente pero apetecible en estos últimos días de invierno.

Lo primero que haremos será deshacer el brócoli y la coliflor en ramilletes. No utilizaremos los tallos. En una olla grande y honda, con agua salada, pondremos a hervirlos hasta que estén tiernos. Unos 15 minutos, aproximadamente. Transcurrido este tiempo, los escurriremos ayudándonos de una espumadera (el brócoli es muy delicado y si lo vertemos directamente sobre el escurridor probablemente se chafe y/o rompa). Los colocaremos en una fuente apta para el horno.

A continuación prepararemos la bechamel. La receta de esta salsa la encontraréis en el post Lasaña de acelgas y los ingredientes y cantidades al final de esta receta.

Una vez tengamos preparada la bechamel, incorporaremos a la salsa los taquitos de beicon ahumados que habremos salteado en una sartén sin aceite. Mezclaremos bien la bechamel y el beicon. Verteremos la salsa sobre el brócoli y la coliflor. Por último, lo cubriremos con queso rallado emmetal o cualquier otro queso que funda bien.