Hoy presentamos una manera diferente de elaborar la típica pechuga de pollo empanada, que tanto gusta a pequeños y mayores. Un poquito más laboriosa que su versión simple, pero el resultado vale la pena.
Como siempre, podremos hacer las variaciones que más nos gusten, por ejemplo, podemos sustituir la pechuga de pollo por pechuga de pavo, o el jamón de york por jamón serrano (en cuyo caso, no salaríamos las pechugas).
En primer lugar, deberemos filetear las pechugas, lo más finas que podamos. Extenderemos los filetes de pechuga de pollo sobre una tabla y las salpimentaremos. Cubriremos la pechuga con filetes de jamón de york. Y sobre éstos, colocaremos láminas de queso emmental (o cualquier otro queso laminado que nos guste).
Con mucho cuidado (y ayudándonos, si queremos de film trasparente o una esterilla de preparar sushi) enrollaremos las pechugas, formando un rulo.
A continuación, pasaremos el rulo por huevo batido y por pan rallado.
En una sartén, con aceite muy caliente, freiremos los rulos de pechuga de pollo, hasta que estén dorados. Pasaremos los rulos fritos a un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Dejaremos templar los rulos y una vez templados los cortaremos a rodajas.
Ingredientes para cuatro personas
2 pechugas de pollo cortadas a filetes finos
Filetes de yamón de york
Láminas de queso Emmental
1 huevo batido
Pan rallado
Aceite
Sal
Pimienta