Hoy toca plato de cuchara. Ideal para tomar en invierno, como plato único. Aunque no lo parezca, es un plato ligero, sin nada de grasa.

Receta para elaborar de un día para otro, ya que necesita reposar.

La única dificultad de esta receta es encontrar los callos de bacalao, para lo cual deberemos ir a alguna tienda especializada en este pescado. Compraremos callos en salmuera, por lo que habrá que tenerlos sumergidos en agua durante 6 horas, aproximadamente.

Transcurrido este tiempo, los extraeremos del agua y los secaremos bien con papel de cocina. A continuación,  los limpiaremos quitando la telilla negra que los recubre. Los cortaremos en trozos de 2 o 3 cms. y los reservaremos.

Elegiremos una cazuela amplia con una altura de cuatro o cinco dedos y añadiremos aceite de oliva virgen extra, de manera que la base de la cazuela quede cubierta por el aceite. Pondremos el fuego suave y añadiremos cuatro dientes de ajo laminados. Se trata de que el aceite coja sabor a ajo, por lo que el fuego debe estar muy suave y no hay que esperar a que los ajos se doren. Justo antes de que los ajos empiecen a dorarse apagaremos el fuego y esperaremos a que el aceite se temple.

Una vez templado, volveremos a encender el fuego a potencia media y añadiremos los callos de bacalao. Removeremos. Veremos cómo el bacalao absorbe todo el aceite. Seguiremos con el fuego medio. Añadiremos ahora, dos cucharadas de tomate frito y dos cucharaditas de carne de pimiento choricero. Removeremos bien y poco a poco veremos cómo los callos cambian de color, dejan de ser blancos y pasan a tener aspecto gelatinoso. Seguiremos removiendo durante un par de minutos.

Finalmente añadiremos los garbanzos cocidos, incluyendo el líquido en el que se conservan. Removeremos bien, con cuidado de no romper los garbanzos y dejaremos en el fuego a potencia media. El guiso debe hervir muy suavemente. Lo dejaremos en el fuego unos 15 minutos.

Transcurrido este tiempo apagaremos el fuego y dejaremos reposar el guiso. Mejor tomarlo al día siguiente.

 Ingredientes para cuatro personas 

500 grs. de callos de bacalao

2 botes de garbanzos cocidos

2 cucharadas de tomate frito

2 cucharaditas de carne de pimiento choricero

4 dientes de ajo

Aceite de oliva virgen extra