Perfecta para comer como plato único, este plato combina las proteínas de la carne con las verduras a la perfección. Muy cómodo de elaborar, ya que podemos tener la lasaña preparada con antelación y dejar para el último momento el gratinado. Es una buena opción para que los niños coman verdura sin quejarse ya que bajo la excusa de estar comiendo una lasaña, estarán tomando berenjenas, zanahorias y cebolla.

Empezaremos por elaborar la salsa boloñesa. Picaremos las zanahorias y las cebollas y las pondremos a rehogar en un cazo o sartén, con un poquito de aceite de oliva virgen extra, durante cinco minutos, a fuego medio. A continuación, añadiremos la carne picada. Removeremos bien para que se mezclen los ingredientes durante otros cinco minutos. Salpimentaremos la mezcla. Transcurrido este tiempo, añadiremos la salsa de tomate frito y el orégano. Removeremos y lo dejaremos a fuego suave cinco minutos más.
Mientras se va haciendo la salsa, cortaremos las berenjenas longitudinalmente en lonchas. En una sartén antiadherente, con un poco de aceite, freiremos las berenjenas. Tendremos que ir añadiendo aceite de vez en cuando, ya que la berenjena lo irá absorbiendo.
Con la salsa boloñesa preparada y las berenjenas fritas ya sólo quedará montar nuestra lasaña.
En una fuente honda apta para el horno, colocaremos un piso de berenjenas. A continuación, cubriremos con salsa boloñesa. Sobre la salsa, otra capa de berenjenas y sobre ésta otra de salsa boloñesa. Podemos hacer tantos pisos como queramos. Yo suelo hacerla de dos pisos


Sobre la última capa de salsa boloñesa esparciremos queso rallado Emmental, que funde muy bien.
Introduciremos la bandeja en el horno, en función de gratinado hasta que el queso se haya fundido y empiece a dorar. A la mesa!
Ingredientes para cuatro personas

4 berenjenas
70 grs. de zanahorias
70 grs. de cebolla
400 grs, de carne picada de ternera
400 grs. de salsa de tomate frito
Queso rallado emmental
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta
Orégano