Sencillísima receta, ideal para las cenas, en la que combinamos verdura con proteínas. Fácil de elaborar ya que apenas necesitamos utensilios y, lo más importante, deliciosa.
Podemos utilizar espárragos trigueros frescos, pero sólo si son gruesos, ya que de lo contrario quedan muy resecos. Yo suelo utilizarlos congelados para asegurar su grosor, ya que los frescos suelen ser muy finos.
En primer lugar, saltearemos los espárragos en una sartén antiadherente, con un poco de aceite, a fuego vivo, directamente congelados. No los salaremos.
Cuando estén tiernos, los reservaremos.
Cogeremos 4 espárragos y los envolveremos con una loncha de jamón serrano y colocaremos encima, una rodaja de queso de cabra. Haremos tantos rollitos como comensales seamos.
Colocaremos los rollitos sobre una fuente apta para el horno y los pondremos a gratinar hasta que veamos que el queso se dore.
Por último, si nos gusta el contraste entre lo dulce y lo salado, podremos rociar con una crema balsámica dulce, por ejemplo de Pedro Ximénez.
Serviremos inmediatamente.
Ingredientes para 4 personas
16 espárragos trigueros
4 lonchas de jamón serrano
4 rodajas de queso de cabra
Crema balsámica Pedro Ximénez
Tiene que estar riquísimo y una rápida y completa cena
Me gustaMe gusta