Hay tantas recetas distintas de los mejillones a la narinera como amantes de este molusco. Hoy los preparo a mi nanera, como a mi me gustan, aunque lo cierto es que los mejillones me apasionan de cualquier forma.

Lo único pesado de cocinar mejillones es limpiarlos. Debajo del grifo de agua fría lavaremos las valvas y, a continuación, quitaremos las barbas. Una vez estén todos limpios, los introduciremos en una cazuela grande, añadiremos un chorrito de agua, taparemos la cazuela y pondremos el fuego a máxima potencia.

En muy pocos minutos, los mejillones se abrirán,  lo que significa que ya están  cocidos. Los extraeremos de la cazuela y guardaremos el jugo que han soltado. Es muy sabroso y buenísimo para preparar una fideuá rápida  y económica.  Podemos congelarlo y utilizarlo cuando nos convenga.

Una vez tengamos los mejillones cocidos, les extraeremos la valva superior y colocaremos sobre una fuente, para regarlos con la salsa marinera.

Ahora toca elaborar la salsa. Para ello, cortaremos la cebolla en brunoise. En una sartén pocharemos la cebolla con un poco de aceite de oliva virgen extra. A  fuego suave. Nos interesa que la cebolla se poche  pero no se queme. Cuando veamos que está  blandita y transparente, añadiremos el ajo y perejil picados muy finos. Removeremos bien. Añadiremos una cucharada sopera de harina. Removeremos bien y esperaremos a que la harina se tueste. Acto seguido, añadiremos  medio vaso del jugo de mejillones que hemos reservado y medio vaso de vino blanco y subiremos el fuego para que se evapore el alcohol y espese la salsa. Seguiremos removiendo para deshacer los grumos que haya podido hacer la harina.

Una vez obtenida la textura deseada regaremos los mejillones con la salsa.

Podemos tomarlos como aperitivo, entrante o como cena ligera. A cualquier hora resultan deliciosos!

Ingredientes para 4 personas

1 kg de mejillones frescos

1/2 cebolla

1 cucharada de ajo y perejil picado

1/2 vaso de vino blanco

1 cucharada de harina

1/2 vaso de jugo de mejillones