Las tartas saladas son una magnífica solución para las cenas. En esta ocasión, he optado por una quiche de espinacas. La combinación de huevos y verduras convierten a esta quiche en una completa y nutritiva receta y una buena manera de que los pequeños tomen verduras sin protestar.

Su elaboración es muy sencilla. Pondremos las espinacas en una cazuela grande y honda sin agua para que se cuezan en su propio vapor. En el proceso irán soltando agua. No pondremos sal. Simplemente las hojas las espinacas. Pondremos el fuego a media potencia y dejaremos que poco a poco se vayan haciendo. Nos llevará pocos minutos.

Mientras tanto, en un bol, batiremos los huevos. Añadiremos 200 ml. de leche evaporada. Mezlaremos bien.

Una vez las espinacas estén cocidas y se hayan templado, para que no cuajen el huevo, las mezclaremos con el huevo batido y la leche. Reservaremos.

Por otro lado, extenderemos la masa brisa sobre el molde en el que vayamos a hacer la quiche. Pondremos, debajo de la masa, papel de horno, para que nos resulte más fácil desmoldarlo.

Esparciremos las pasas sobre la masa. A continuación, verteremos la mezcla de las espinacas sobre la masa. Cortaremos los tomatitos cherry por la mitad y los dispondremos sobre las espinacas. Por último, cubriremos con queso rallado para fundir.

Introduciremos el molde en el horno que tendremos precalentado a 180ºC y lo mantendremos 20 minutos.

Una vez hecha la quiche dejaremos que se temple antes de desmoldar.

Ingredientes para 4 personas
1 lámina de masa brisa
600 grs. de hojas de espinacas
100 grs. de uvas pasas sin pepitas
4 huevos
200 ml. de leche evaporada
10 o 12 tomatitos cherry
Queso rallado para fundir