Este es un entrante perfecto para una cena con amigos, ya que es ligero, rápido, fácil de preparar y queda muy aparente una vez lo hemos emplatado.
De las virtudes del aguacate ya he hablado en alguna ocasión. Alimento sanísimo, ya que ayuda a controlar el colesterol. Unido a las bondades nutricionales del tomate, que nunca debe faltar en nuestra dieta, hacen de esta ensalada un plato muy saludable. Además, la combinación de sabores de ambos alimentos es muy buena.
En primer lugar, pelaremos los tomates. Para ello, haremos un corte en forma de cruz en la parte opuesta al pedúnculo y los escaldaremos unos segundos en agua hirviendo. Los pelaremos muy facilmente. A continuación, eliminaremos las semillas y los cortaremos a cuadraditos no muy pequeños.
Cortaremos a rodajitas las aceitunas negras y las mezclaremos con los tomates. Aliñaremos con sal y pimienta al gusto. Reservaremos.
A continuación, cortaremos los aguacates en cuadraditos del mismo tamaño que los tomates. Rociaremos con unas gotas de limón para que no ennegrezcan. Reservaremos.
Por último, pelaremos los langostinos cocidos y los reservaremos.
A la hora de montar el plato, utilizaremos un aro metálico. En la base, dispondremos el tomate mezclado con las aceitunas negras. Sobre éste, colocaremos el aguacate. Y por último, en la parte superior, pondremos los langostinos.
Regaremos con aceite de oliva virgen extra, el vinagre que más nos guste, y añadiremos unas escamas de sal.
Ingredientes para 4 personas
16 langostinos cocidos
4 tomates grandes
Aceitunas negras sin hueso
4 aguacates
Aceite de oliva virgen extra
Pimienta
Limón
Sal
Vinagre de vino o balsámico o crema balsámica