Este es un plato ideal para las cenas, ya que podemos tomarlo como plato único. Se puede tener preparado con antelación y dejar para el último momento el toque de horno final. Gusta tanto a mayores como a niños y es una buena manera de hacer comer verdura a los más pequeños.
Elegiremos calabacines grandes, ya que así resultará más fácil rellenarnos. Los cortaremos longitudinalmente en dos partes iguales. Los colocaremos en una fuente de horno y los introduciremos en el horno a 200º.
Los dejaremos hasta que veamos que se han reblandecido. No hace falta que estén hechos del todo. Simplemente los metemos en el horno para que nos sea más fácil vaciarlos.
Una vez están blanditos, con un cuchillo pequeño y una cucharita los vaciaremos, con cuidado de que no se rompan. Guardaremos la pulpa en un recipiente.
A continuación, picaremos, en la trituradora, una cebolla dulce junto con la pulpa de los calabacines. Incorporaremos la mezcla a una sartén, con un poquito de aceite y, a fuego vivo, lo sofreiremos, hasta que la cebolla haya perdido todo el agua que suelta. Será el momento de añadir la carne picada. Salaremos. Removeremos bien y lo dejaremos en el fuego hasta que la carne esté hecha.
Ahora, procederemos a rellenar los calabacines con la mezcla, ayudándonos de una cuchara. Espolvorearemos queso emmental rallado sobre los calabacines.
Introduciremos la fuente con los calabacines en el horno a 200º hasta que veamos que el queso se ha dorado y fundido. Durante este tiempo los calabacines terminarán de hacerse. Serviremos inmediatamente.
Ingredientes para 4 personas
4 calabacines grandes
1 cebolla dulce
500 grs. de carne picada (mezcla de cerdo y ternera)
Aceite
Sal
Queso emmental rallado