¿Quién dijo que el tartar sólo puede ser de carne o pescado? Hoy presentamos un tartar de tomate, una forma diferente de disfrutar de esta hortaliza.

Para su elaboración, necesitaremos que los tomates sean maduros. Deberemos pelarlos y quitarles las semillas. Para ello, los escaldaremos en agua hirviendo durante 3 o 4 segundos. Previamente, habremos hecho un corte en forma de cruz en la parte contraria al pedúnculo. Al sacarlos del agua hirviendo, veremos cómo la piel se despega muy fácilmente. Para quitar las semillas, nos ayudaremos de una cucharilla.

Una vez pelados y limpios, cortaremos los tomates a cuadraditos muy pequeños. Los reservaremos en un bol, al que iremos añadiendo el resto de ingredientes.

A continuación, pelaremos y cortaremos, también muy menudo, el aguacate, y lo incorporaremos al bol junto con los tomates. Regaremos con el zumo de medio limón.

Lo siguiente será cortar una cebolla tierna lo más fina que podamos. La añadiremos al resto de ingredientes.

Finalmente, picaremos los pepinillos con sabor a anchoa y los introduciremos en el bol.

Ahora será el momento de salar e incorporar la pimienta, si se quiere. Regaremos con aceite de oliva virgen extra. El tartar ya estará listo.

Para servirlo, podemos utilizar un aro o molde metálico y acompañaremos con tostaditas.

Ingredientes para 4 personas
1 kg de tomates maduros
1 aguacate1 cebolla tierna
Pepinillos con sabor a anchoa
Zumo de 1/2 limón
Aceite de oliva virgen extra
Sal