Deliciosa receta que se puede consumir como plato único y que podemos preparar con antelación ya que no es necesario comerlo en el acto, siempre que dejemos el paso final (el gratinado) para el momento inmediatamente anterior a servirlo.
Su preparación es muy sencilla a pesar de que pueda parecer laboriosa. Vamos a ello.
En primer lugar, cortaremos las berenjenas longitudinalmente, en láminas de un grosor de 0,5 cm. aproximadamente.
Las asaremos con un poquito de aceite y sal en una sartén antiadherente, hasta que queden doradas. Las reservaremos.
A continuación, pintaremos, con un pincel, la base una la fuente apta para horno con salsa de tomate frito y colocaremos rodajas de berenjena, una junto a otra, hasta cubrirla completamente (conviene que la fuente tenga algo de altura).
Encima dispondremos, una capa de lonchas de jamón de york, y encima de ésta, otra con lonchas de queso emmental.
Volveremos a pintar con salsa de tomate frito y espolvorearemos con orégano.
Repetiremos la operación tantas veces como queramos. Esto es, una capa de berenjenas, encima otra de jamón de york, otra de queso emmental y tomate frito con orégano. Yo suelo hacer este plato de tres pisos, pero todo depende del gusto del comensal y de la altura de la fuente elegida.
Una vez tengamos los pisos deseados, dejaremos que la última capa sea de berenjenas. Cubriremos con salsa de tomate y orégano. Finalmente, cubriremos con queso rallado para fundir.
Introduciremos en el horno, en la función “gratinar“. Esperaremos hasta que el queso se haya fundido y esté dorado. Unos cinco minutos serán suficientes.
Ingredientes para 4 personas
4 berenjenas grandes
400 grs. de queso emmental (18 lonchas aprox.)
400 grs. de jamónen york en lonchas
Salsa de tomate frito
Queso rallado para gratinar
Orégano
Aceite
Sal