La combinación de los canónigos y la rúcula, además de sabrosa, resulta un buen aporte de, entre otros, hierro, calcio y ácidos grasos omega 3. El mango, por su parte, constituye una fruta muy antioxidante y su sabor dulce combina de maravilla con el queso de cabra.

Con estos cuatro ingredientes, podemos elaborar una ensalada que, además de vistosa, es sanísima y deliciosa.

Simplemente, tendremos que mezclar la rúcula con los canónigos, colocando encima los trocitos de mango y de queso de cabra. Regaremos con aceite de oliva virgen extra. En mi opinión, no haría falta ni siquiera salar, ya que el queso de cabra tiene un sabor muy fuerte, pero para gustos los colores, así que cada cual, haga lo que le parezca. Para terminar el aliño, yo recomiendo alguna crema balsámica.  La de Pedro Ximénez, por ejemplo, combina de maravilla con esta ensalada, ya que tiene un punto dulce.

En cinco minutos, con cuatro ingredientes y tres utensilios, podemos degustar una estupenda y completa ensalada.