Desde hace un tiempo me he aficionado a la trucha. Evidentemente, si es de río mucho mejor, aunque normalmente las compro de piscifactoria. Es un pescado muy económico, rico en vitaminas del grupo A, B1, B2 y B3. También contiene hierro, potasio, magnesio, zinc y fósforo. Pescado muy recomendable para los deportistas.

En esta ocasión, las he preparado al horno, con tomate y patata asados, presentadas en un atadillo.

Pediremos en la pescadería que limpien las truchas y nos las preparen en filetes, sin espinas. Extenderemos los filetes sobre una tabla, las salaremos y las enrollaremos, formando un rulo suficientemente ancho como para poder rellenarlo. Para atarlo, podemos utilizar una lámina fina de puerro, a modo de cordón.

Una vez terminados los atadillos, cortaremos los tomates tipo pera en rodajas finas y las introduciremos en el rulo de trucha dejando que sobresalgan por la parte superior.

A continuación, coloraremos los rollos de trucha sobre una rodaja de patata, de 0,5cm de grosor, aproximadamente.

Colocaremos los atadillos en una fuente refractaria y la introduciremos en el horno, precalentado a 200°C. Lo mantendremos en el horno hasta que veamos que la trucha está asada, unos 15 minutos, aproximadamente.

Una vez hechas, salpimentaremos y rociaremos con aceite de oliva virgen extra.

Ingredientes para 4 personas

4 filetes de trucha

12 rodajas de tomate pera

1 lámina de puerro

4 rodajas de patata

Aceite de oliva virgen extra

Pimienta

Sal