Reconfortante sopa para estos días en los que el frío aprieta. Seguramente hay muchas maneras de preparar sopa de cebolla pero os voy a enseñar cómo la hago yo. Y como siempre, sencillo, muy sencillo.

Empezaremos por cortar la cebolla en juliana. Con un poco de aceite, la pondremos en la sartén, a fuego medio. Salaremos la cebolla y la dejaremos hasta que esté hecha. No queremos que se queme, sólo que se poche. Un poco tostada pero tierna. Una vez la tengamos tierna (habrá adquirido un color marrón claro) la reservaremos.

A continuación, elegiremos una cazuela pequeña. Vamos a preparar la sopa individualmente. Seguiremos el proceso que explicaré a continuación tantas veces como raciones de sopa queramos hacer.

En primer lugar, pondremos la cebolla correspondiente a una ración en la cazuela, a continuación, echaremos caldo de pollo o de carne (unos 200 ml) y lo pondremos a hervir. Evidentemente, cuanto mejor sea el caldo, mejor será nuestra sopa. Yo suelo hacer caldo de pollo casero.

Como lo ponemos a hervir con la cebolla irá cogiendo sabor. Cuando el caldo rompa a hervir, echaremos un huevo dentro. Lo dejaremos que se haga unos segundos, hasta que veamos que la clara ha cuajado pero la yema sigue tierna (a la hora de tomar la sopa, romperemos la yema, se mezclará con el caldo y le aportará sabor).

Cuando la clara haya cuajado, verteremos el caldo, con la cebolla y el huevo, en el cuenco o plato en el que lo vayamos a servir. Inmediatamente, agregaremos queso emmental rallado sobre la sopa para que el propio calor lo funda.

Y ya está lista!!

Ingredientes para cuatro personas 

4 cebollas

4 huevos

800 ml de caldo de pollo o carne

Sal

Aceite de oliva virgen extra

Queso Emmental rayado