Salmón marinado

IMG_2984Este salmón me ha resuelto tantas situaciones… Visita improvisada de amigos, cena a la que debía llevar algún plato, ese día que no te apetece meterte en la cocina y buscas en la nevera a ver qué encuentras o aquél otro en el que no tienes mucho apetito y sólo quieres picar algo… Es delicioso si lo tomas solo. Con tostaditas untadas con queso y una ramita de cebollino. En un sandwich con pepinillos y mayonesa. En una ensalada. Acompañando pasta. En fin, de mil maneras y en todas ellas resulta espectacular.

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Es sencillo de preparar. Requiere de un sólo utensilio en su elaboración por lo que, además, es práctico. Se mantiene varios días en la nevera. No es caro y, ya para rematar, es sanísimo. Por eso, siempre que me acuerdo, preparo una buena ración.

Se elabora con salmón fresco, cortado en dos lomos con piel. Como siempre que trabajamos con pescado en crudo, lo habremos tenido congelado durante 48 horas.

Antes de empezar a preparar esta receta tendremos la precaución de eliminar las espinas que hayan quedado en el pescado.

Normalmente lo preparo con medio salmón por una mera cuestión de espacio. Como veremos más adelante, necesitaremos una fuente un poco más grande del tamaño del salmón y hay que meterlo en la nevera, por lo que si lo hacemos con un salmón entero, igual no nos cabe en el frigorífico.  Suelo pedir la mitad superior del salmón (en lugar de la cola) ya que es la parte más gruesa y una vez elaborado queda más jugoso y que la pieza sea grande, por el mismo motivo.

Hechas estas aclaraciones, preparemos el salmón.

En un bol  verteremos la sal y el azúcar a partes iguales, normalmente 1 kg de cada uno. Con las manos, mezclaremos bien ambos ingredientes.

IMG_20151215_123042En una fuente, de cuatro o cinco dedos de altura, verteremos un poco mezcla, haciendo una cama. Encima, colocaremos uno de los lomos del salmón con la piel hacia abajo. Cubriremos el lomo con eneldo picado. Sin miedo. Todo bien cubierto.

A continuación, lo cubriremos con la mezcla de sal y azúcar, hasta que quede totalmente tapado. Encima de la mezcla, colocaremos el otro lomo también con la piel hacia abajo. Volveremos a cubrirlo con eneldo picado y con el resto de mezcla de sal y azúcar lo taparemos.

Ahora deberemos meterlo en la nevera con un peso encima. Yo suelo colocar otra fuente o bandeja sobre el salmón y coloco peso encima (por ejemplo, cartones de leche o botellas de agua). Lo dejaremos en la nevera  durante 20 o 24 horas, dependiendo del grosor de los lomos.

Transcurrido este tiempo, extraeremos los lomos de la mezcla y los lavaremos debajo del grifo con agua fría para extraer los restos de sal y azúcar. Veremos cómo el eneldo no se depega.

Una vez limpios, los secaremos con papel de cocina y ya estarán listos para guardarlos para el día que vayamos  a comerlos (envueltos en film) o para desgustarlos en ese mismo momento.

A la hora de servir, con un cuchillo grande y muy afilado haremos filetes lo más finos posible.

A mi me encanta tomarlo solo, pero para los amantes de las salsas, os recomiendo una salsa de mostaza y miel. Para prepararla, simplemente hay que mezclar la mostaza (la que más os guste) con miel y batirla con un batidor manual para que se mezcle bien y, a continuación, añadir eneldo picado. Las cantidades de mostaza y miel dependen del gusto de cada cual. Os recomiendo empezar con partes iguales e ir probando si hay que añadir más de uno u otro.

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Ingredientes para 4 personas
1/2 salmón en dos lomos con piel
1 kg. de azúcar
1 kg. de sal gruesa
Eneldo picado

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Un comentario Agrega el tuyo

  1. Marien dice:

    Genial. Me gusta

    Le gusta a 1 persona

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