Si os gusta el conejo, no os perdáis esta receta. No puede ser más fácil de preparar. Yo la he preparado con solomillos de conejo, pero puede elaborarse con un conejo troceado, con paletillas, con la parte que más nos guste o que nos resulte más fácil encontrar.
Os explico el proceso. Es muy sencillo.
En un bol, verteremos el vino blanco, la miel, el zumo de limón, un poquito de sal y pimienta al gusto y un poco de romero seco. Con un batidor de varillas manual, mezclaremos bien los ingredientes, sobretodo para deshacer la miel. A continuación, introduciremos los solomillos de conejo y los dejaremos sumergidos durante un par de horas en la nevera.
Transcurrido este tiempo, colocaremos los solomillos en una fuente apta para el horno y regaremos con la marinada. Introduciremos la fuente en el horno, que estará precalentado a 200°C. Lo mantendremos en el horno durante 20 minutos aproximadamente, aunque depende de cada horno.
Una vez los solomillos estén hechos, los sacaremos del horno y verteremos el jugo de la marinada, junto con un poco de mantequilla en un cazo. Lo pondremos al fuego para que la salsa reduzca.
A la hora de emplatar, dispondremos los solomillos en el plato, regaremos con la salsa de la marinada. El resto de la salsa, la verteremos en una salsera.
Ingredientes para 4 personas
12 solomillos de conejo
1 vaso de vino blanco seco
4 cucharadas de miel
Zumo de 1 limón
Sal
Pimienta
Romero seco
1 nuez de mantequilla
Mejor pinta imposible!!!
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La salsa de la marinada es espectacular!
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