Refrescante ensalada, con un ligero sabor dulce, ideal para los que siguen una dieta vegetariana o, incluso, vegana. Yo, que no soy vegetariana, ni creo que nunca lo llegue a ser, disfruto con la quinoa. Debido a su alto contenido en proteínas, es perfecta para tomar como plato principal en la comida o como plato único en la cena.

Lo primero que haremos  será  lavar la quinoa debajo del grifo del agua fría. Para ello, lo mejor es utilizar un colador grande que nos permita remover bien la quinoa debajo del grifo.

Una vez lavada, introduciremos la quinoa en una olla de agua hirviendo. La proporción  es de 1 medida de quinoa por 2 de agua. La dejaremos hirviendo durante  10 o 12 minutos a fuego suave y con la cazuela tapada. Transcurrido este tiempo, aoagaremos el fuego y dejaremos reposar 2 o 3 minutos.

Removeremos la quinoa para  que no quede apelmazada y la pasaremos a un bol amplio.

Pelaremos la piña, extraeremos el tronco central y la cortaremos a cubitos pequeños. La incorporaremos a la quinoa.

Añadiremos las pasas, que previamente habremos tenido en remojo en agua caliente, para que se hidraten .

A continuación, picaremos muy fino, unas hojas de menta fresca. Al gusto. Como a mí me encanta esta hierba, la pongo en abundancia.

Exprimiremos un limón y regaremos con el zumo. Un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Salaremos. Removeremos bien para que se mezclen los sabores.

Taparemos el bol con papel film y lo introduciremos en la nevera. Serviremos bien frío. Podemos decorar con hojas de menta.

Ingredientes para 4 personas

500 grs, de quinoa

1 piña

1 vaso de uvas pasas sin hueso

Zumo de 1 limón

Aceite de oliva virgen extra

Sal

Menta fresca