Esta es una receta que debo agradecerle a mi tía Gemma. Me consta que le sale deliciosa, como todo lo que prepara. Así es que este post se lo dedico a ella.

Se elabora con jarretes o braons de cordero. Es muy sencilla y agradecida, ya que requiere de poca atención en su elaboración y el resultado es fantástico.

Necesitaremos una olla antiadherente grande y con algo de altura. En primer lugar, pondremos un buen chorro de aceite en la cazuela, y freiremos unos cuantos dientes de ajo enteros, con cuidado de que no se quemen. Cuando veamos que se han dorado, los retiraremos.

En ese mismo aceite, que tiene todo el sabor del ajo, freiremos los jarretes, previamente salpimentados. Cuando estén dorados, bajaremos un poco el fuego y añadiremos un pimiento verde italiano entero (al que habremos quitado el pedúnculo y las semillas), una cebolla entera pelada, y cascaremos un huevo y lo echaremos a la cazuela. A continuación, echaremos un buen chorro de whisky o de coñac. Moveremos la cazuela en movimientos circulares para que se mezclen bien los ingredientes y los jarretes se impregen del licor que hayamos añadido.

Mantendremos la cazuela a fuego medio hasta que los jarretes estén hechos. Veremos que están listos cuando la carne se despegue del hueso. Al principio, tendremos la cazuela destapada para que se evapore el alcohol. Luego, la taparemos para que no reduzca demasiado el líquido y nos quedemos sin salsa.

Cuando los jarretes ya estén hechos, los retiraremos de la cazuela y los dipondremos en la fuente de servir. Pasaremos la salsa resultante de mezclar el licor, el huevo, la cebolla y el pimiento al vaso de la batidora y lo trituraremos hasta obtener una salsa fina.

Regaremos los jarretes con esta salsa. Gracias, Gemma! Espero que me haya salido tan bueno como a tí.

Ingredientes para 4 personas
4 jarretes de cordero
1 cebolla grande
1 huevo
1 pimiento verde italiano
Sal
Pimienta
Aceite
5 o 6 dientes de ajo pelados y enteros
Whisky o coñac