El Ratatouille es un plato típico de la gastronomía francesa, en concreto de la Provenza, del cual yo oí hablar por primera vez a raíz de la película del mismo nombre. Puede tomarse como entrante o como guarnición de carnes o pescados. Asimismo, es delicioso tanto caliente como frío.
Lo primero que haremos será cortar a rodajas (de 0,5 cm de grosor como máximo) las hortalizas, en este caso, la berenjena, el calabacín, los tomates y el pimiento rojo. También puede añadirse pimiento amarillo o verde. Cuanto más colorido añadamos al plato, más vistoso nos quedará. Intentaremos que todas las rodajas sean del mismo grosor. No nos interesa que sean demasiado finas porque se desharían en el horno, ni muy gruesas porque quedarían crudas.
Una vez tengamos las hortalizas cortadas, iremos colocando en una fuente apta para el horno, una rodaja de cada vegetal, siempre repitiendo la misma secuencia. Previamente, habremos untado la base de la fuente con un poco de aceite. Iremos superponiendo las rodajas hasta llenar la fuente por completo.
Salaremos las verduras, regaremos con aceite de oliva virgen extra, y espolvorearemos abundantemente con hierbas provenzales.
Introduciremos la fuente en el horno, previamente precalentado, a 180º, durante, aproximadamente, 30 minutos.
Una vez las verduras estén tiernas, dejaremos reposar el ratatouille un par de horas para que a la hora de consumirlo su sabor sea más intenso.
Ingredientes
Berenjena
Calabacín
Tomate
Pimiento rojo
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Hierbas provenzales
Me encanta. Pienso hacerlo ya. Me gusta
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Seguro que te encantará, Marien. Es bonito, sano, fácil, sabroso… Lo tiene todo.
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