A las judías verdes les pasa como a las acelgas. Si no te apasionan resultan aburridas de comer. Cuando nos las mencionan a todos nos vienen a la mente las judías hervidas con patata. Sin embargo, con algún pequeño cambio en su elaboración, esta verdura cambia radicalmente.

Hoy las preparamos en ensalada.

El primer paso será limpiar las judías. Con un cuchillo pequeño quitaremos las hebras laterales y una vez limpias, las partiremos por la mitad, longitudinalmente y transversalmente. Tienen que quedar finitas. Las herviremos en agua con un poco de sal durante 6 o 7 minutos (como son finas se cuecen muy rápido).

Mientras se van cociendo las judías, picaremos en juliana la lechuga iceberg. Necesitaremos un tercio de una lechuga.

En cuanto las judías estén tiernas, las colaremos e, imediatamente, las mezclaremos con la lechuga.

A continuación, en una sartén antiadherente y sin aceite, saltearemos los taquitos de jamón. Simplemente saltearlos, ya que cuanto más tiempo estén en el fuego más salados quedarán y no nos interesa que el sabor sea muy fuerte.

Ya sólo nos quedará emplatar la ensalada. Para ello, rellenaremos un aro metálico con la mezcla de judías y lechuga. Esparciremos por encima los taquitos de jamón y las pipas de girasol. Retiraremos con cuidado el aro metálico.

Regaremos con aceite de oliva virgen extra y, por último, rociaremos con una crema balsámica, que añadirá un punto de dulzor a nuestra ensalada. En principio no hará falta salar,  ya que con el sabor del jamón será suficiente, pero eso queda a gusto del comensal.

Ingredientes para 4 personas
1/2 kg. de judía verde perona
1/3 lechuga iceberg
100 grs. de jamón en taquitos
Pipas de girasol
Aceite de oliva virgen extra
Crema Balsámica