Esta receta, tradicional, de toda la vida, la tuve olvidada durante muchos años. Fue tras un fin de semana en Venecia el año pasado cuando la recuperé. Descubrí, entonces, que este plato también es tradicional allí. En la mayoría de bares y restaurantes estaba presente. No lo cocinan exactamente como lo hacemos aquí pero es, igualmente, delicioso. Decidí, entonces, recuperarlo en mi recetario habitual.

Empezaremos por picar la cebolla, a nuestro gusto. A quien le guste la textura de la cebolla la podrá picar más gruesa y a quien le moleste, la picará más fina o, incluso, la triturará. Seguidamente, picaremos, muy fino, el pimiento verde italiano. En una cazuela, pondremos un poco de aceite y, a fuego lento, pocharemos la cebolla y el pimiento verde, durante unos 15 minutos.

A continuación, incorporaremos los calamares, previamente troceados y subiremos el fuego. Veremos cómo los calamares empezarán a soltar agua. Durante los 15 primeros minutos tendremos el fuego fuerte. Pasado este tiempo, lo bajaremos a fuego medio.

Añadiremos medio vaso de vino blanco y, continuando el hervor, esperaremos a que se evapore el alcohol, durante unos 5 minutos más.

Transcurrido este tiempo, bajaremos el fuego para que, lentamente, los calamares se vayan haciendo y nos queden tiernos. Ahora será el momento de incorporar la tinta. Los tendremos en el fuego unos 30 o 40 minutos más, removiendo de vez en cuando.

Transcurrido este tiempo probaremos los calamares para comprobar que están tiernos. Si todavía no lo están, los dejaremos, a fuego lento, un poco más, hasta que encontremos la textura que nos gusta.

Si ya están tiernos, apagaremos el fuego y los dejaremos reposar.

A la hora de servir, los acompañaremos con arroz blanco.

Ingredientes para 4 personas

1 cebolla grande dulce
1 pimiento verde italiano
1500 grs. de calamares
1/2 vaso de vino blanco
2 bolsitas de tinta
Arroz hervido como guarnición.